Los Defensores del Pueblo de la Ciudad de Paraná participaron el jueves, 2 de marzo, de la primera reunión del año del Comité de Defensores de la Región Centro. El encuentro se llevó a cabo en la ciudad de Santa Fe y el tema central fue las inundaciones en relación a tres ejes: escurrimientos pluviales y estado del suelo, el impacto del agua en rutas interprovinciales, medio ambiente y la relación con la producción. Estos temas fueron abordados por especialistas, en base a cuatro disertaciones ofrecidas por docentes e investigadores de la Universidad Nacional de Rosario y profesionales del INTA.
Participan de la Región Centro las Defensorías del Pueblo provinciales de Santa Fe y
Córdoba y por Entre Ríos, la institución de la Ciudad de Paraná, la única existente hasta ahora en el territorio entrerriano. Asistieron al encuentro de Santa Fe, en carácter de invitados, representantes de las Defensorías de Jujuy, Río Cuarto, Buenos Aires y Santiago del Estero. Los presentes firmaron un documento, como resultado de la reunión, en el que se hacen una serie de recomendaciones a los gobiernos provinciales involucrados solicitando la previsión de inundaciones, la planificación de obras y asentamientos urbanos, la situación de ciudades cruzadas por arroyos como el caso de Paraná y, lo principal, el impacto social de las situaciones (avance de las aguas, rutas interrumpidas, entre otras).
El Comité e integrantes de Defensorías de otras localidades fueron convocadas en el Colegio Inmaculada de Santa Fe y la organización estuvo a cargo de la Defensoría provincial, cuyo titular es Raúl Lamberto.
Sin Defensoría provincial y las personas como centro
El Defensor del Pueblo de Paraná, Luis Garay, junto a su par adjunto, Pablo Donadío, asistieron al encuentro con la preocupación referida a la ciudad, al tratamiento de las cuencas, la situación de los desagües pluviales y el saneamiento de los arroyos.
Al iniciar su exposición, el Defensor Luis Garay, agradeció la participación de la institución de Paraná tanto en el Comité de la Región Centro como en la Asociación de Defensores del Pueblo de la República Argentina (Adpra), donde Paraná ocupa la vicepresidencia segunda de la comisión directiva nacional. En ese marco, recordó que pese a que desde 2008 fue incorporada a la Constitución de Entre Ríos la figura de la Defensoría del Pueblo, todavía la provincia sigue sin tener la institución conformada. “Quizás sea por mezquindades políticas, no sabemos por qué todavía no se ha elegido Defensor provincial”, dijo Garay, en relación a las demoras en proceso de designación. Así las cosas, mencionó que la única Defensoría en la provincia es la de Paraná, que funciona desde 2003, por lo que dijo que es “un orgullo poder participar activamente en la Región Centro y Adpra”.
Respecto del trabajo conjunto de las Defensorías en la Región Centro, el Defensor expresó que cuando se conformó lo llevó a pensar sobre el sentido, en base a lo que ocurría con otras organizaciones asociadas en regiones, provincias, países.
“Hacía el análisis del Mercosur, de la Unión Europea, el Alca, y siempre estaba la cuestión económica de por medio, el sentido mercantil, siempre se apuntaba a cómo producir mejor, cómo rendir más”, dijo y continuó: “Me parecía que a la persona se la miraba de lunes a viernes; el fin de semana como no producía, era el momento de ocio, no se la tenía en cuenta”. Después, opinó que “por suerte fue cambiando”, mencionó a modo de ejemplo el Unasur, y enfatizó en la importancia de que en las reuniones por regiones no preponderen temas económicos sino el bienestar de las personas. Al respecto, puntualizó que las personas y sus derechos son la razón de ser de las Defensorías del Pueblo y esa debe ser la mirada que debe primar en el análisis de los temas. “Al margen de que podamos considerar la situación de temas relacionados a la producción, debemos fijar la atención en las consecuencias que pueda traer el sistema productivo a los habitantes. Celebro que en estos ámbitos no sólo estemos pendientes de las cuestiones que les preocupan a los gobernantes, sino que nosotros estemos preocupados por consecuencias que los gobiernos no tienen en cuenta y que afectan a las personas. Eso es lo primordial”, explicó y se expidió por la necesidad de que las Defensorías interpelen a los gobernantes sobre “qué pasa con el futuro, con nuestros temas, tenemos que salir fuerte a expresar nuestras opiniones Y que los gobernantes se den cuenta que instituciones como las Defensorías, contempladas en la Constitución, tienen que ser escuchadas”.